De todos los artistas que he conocido quizá sea Grau Santos el mejor dotado para la pintura y, pese a su gran facilidad, nunca ha hecho alarde de ella, no hay prepotencia en sus trabajos. Seguridad si, claro. Fue Cèzanne el maestro, padre de la Modernidad queriendo ser clásico, quien nos enseñó a pintar con mentalidad de “aprendices”, a estudiar la realidad con ojos siempre nuevos. He pintado mucho junto a Grau Santos en mi primera etapa del camino, larga en el tiempo. Le he visto sublimarse, extasiarse, ante el motivo y, desde ese estado del espíritu emprender la tarea de reflejar en el lienzo ese pulso, esa poética. He aprendido mucho junto a él, sobre todo la manera de ser y estar como pintor, artista, en la vida. Y luego lo he olvidado, o eso creo yo.
Aquí veréis unos retratos a escritores, algunos del natural, otros partiendo de fotografías, todos frescos, como si el modelo vivo estuviera ante sus ojos. Fueron realizados para ilustrar en la prensa madrileña, largos artículos o entrevistas en los suplementos culturales, cuando ese tipo de apartados eran exhibidos con orgullo por los diarios, ¡ qué tiempos aquellos!. Los de ahora, ya no son nuestros. Mirad la exposición con melancolía y nostalgia, la misma que producen las flores de un jarrón que empiezan a perder sus pétalos
Antonio Santos LLoro
2