O charrar d’a chen de Uesca

O charrar d’a chen de Uesca

Francho Nagore Laín

Consello d’a Fabla aragonesa/Instituto de Estudios Altoaragoneses
Uesca, 2020
777 páginas
ISBN 978-84-95997-63-0

Bocabularo e rechistro decumental de l’aragonés dà ziudá de Uesca e a redolada.

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"Se puede decir que sí", que el aragonés se conserva en la ciudad de Huesca, si se tiene en cuenta que "se conservan 5.250 voces, perfectamente documentadas", explica Francho Nagore, profesor del Departamento de Literatura General e Hispánica de la Universidad de Zaragoza, que acaba de publicar O charrar d"a chen de Uesca.

Un volumen diccionario que hace un registro documental del uso del aragonés en la capital oscense y en la "redolada", recogiendo léxico tanto de la expresión oral como escrita entre 1979 y 2019. "Los escritores populares se ve que emplean un aragonés más o menos castellanizado pero sí se conserva residualmente. Lo que se pretende el libro es recuperar todo ese léxico típico del aragonés tradicional que se ha hablado siempre en Huesca y que se está perdiendo", añade Nagore.

Para la elaboración de este diccionario Nagore ha prestado atención a todo lo que ha escuchado, visto y documentado de obras escritas por oscenses, "lo he recopilado de forma sistemática y además con multitud de ejemplos", explica.

Entre esos ejemplos documentales hay usos del habla viva y la escrita; voces empleadas en carteles en comercios de alimentación tradicional, anunciando por ejemplo que "hay minglanas", pintadas o léxico utilizado en sus obras por Luis López Allué, Enrique Capella, Pedro Lafuente y también en las de Rafael Andolz, Ignacio Almudévar y Ramón Gil Novales, entre otros. Autores en los que Nagore ha trabajado intensamente los últimos años para extraer el vocabulario de sus obras. "También he utilizado DIARIO DEL ALTOARAGÓN, sobre todo desde finales de los noventa hasta 2019", añade, fijándose en cartas de los lectores y artículos de diferentes géneros.

Esta documentación exhaustiva, según el autor, tiene el propósito más práctico de "ver varias acepciones de una misma palabra", además de ser un "testimonio de uso, una prueba de que efectivamente se utilizan".

Han sido más de 30 años en los que Nagore ha ido completando una base de datos inicial de unos 2.000 registros. "Ese fue el inicio del diccionario", y se ha ayudado, entre otros materiales, de un folleto editado por el Consejo de la Lengua Aragonesa en 2011, que recogió 300 voces, o un trabajo de recopilación realizado por Arturo Lacasa Oliván, otras 300. "También me sirvió mucho el libro No eres de Huesca si no...., del que salieron cantidad de voces , y esto ya no es literatura más o menos costumbrista, es lo que la gente de Huesca emplea". En la parte final recoge vocabulario también castellanoaragonés, "lo he querido hacer porque de esta manera tiene un uso más amplio". De menor extensión y sin ejemplos, se encuentran voces de forma semántica más extensa (hiperónimo). "Es un uso práctico que a la gente le puede ser útil no solo para recordar cosas sino para intentar recuperar el uso de muchas palabras o para leer a autores locales".

(Diario del Altoaragón  19/05/2020)